Escribo esta entrada con mucha pena, hace aproximadamente una semana, el día Sábado 19 de Diciembre, murió la única bisabuela que llegué a conocer, un día después de haber cumplido los 90 años. Las palabras no me salen, pues aún estoy anonadada por el hecho, es difícil pensar que alguien que estaba aún antes que tú en este mundo ya no va a pasar las épocas especiales contigo, que ya no vas a compartir los buenos y también los malos momentos con ella. Con los años se fue apagando y con cada respiro se le escapaba un poco más de vida, en el último tiempo lo único que deseaba era regresar a su casa, en su natal La Cruz y estando tan cerca en espacio, pero tan lejos temporalmente por fin logró volver. Asumo que te esperaron aquellos a los que extrañabas, ya no tenías ojos para nosotros, y te volcaste a aquellos que hace tanto no veías, a aquellos que salieron a tu encuentro cuando volviste. Y la tierra te recogió y el calor nos acompañó durante todos esos días en que te llevamos a tu última morada, junto a mi bisabuelo, por quién yo llevo mi nombre. Como verás quienes te quisimos han reaccionado de diferentes formas, ninguna buena ni mala, sólo es la respuesta al vacío que dejaste, "güelilla" como te decía yo, lamento nunca haberte dicho que te quise, me entregaste muchas tardes de buenos momentos, tanto en La Cruz antes que mi abuelito marchara, como en La Ligua, mi ciudad natal, donde tu hija, mi abuela te recibió cuando partió tu esposo, allí viste como crecíamos, viste como nacía mi hermana más pequeña, nos acompañaste en los eventos importantes, cuando hicimos la primera comunión, cuando salimos de Octavo Básico, cuando salimos de Cuarto Medio, lamentablemente Paula, la más pequeña no tendrá ese privilegio, pero ya estabas cansada, noventa años no pasan en vano y el tiempo fue haciendo lo suyo, tú ya querías irte, consciente o inconscientemente y nos lo avisaste con harto tiempo, pero nosotros no supimos interpretar tus indirectas, lo interpretamos mal y a veces hasta te ignoramos, pedir disculpas ya no vale la pena, por eso no lo hice en tu lecho de muerte cuando pude hacerlo, que lo que hice me pese, para no volverlo a hacer, de los errores se aprende dicen por ahí, sólo te pido algo, ayuda a los que están mal y que no entienden tu decisión, porque decidiste partir para no regresar, saliste de la casa de La Ligua, para no volver, nunca nos imaginamos que iba a pasar todo tan rápido y vertiginosamente, tú sabías lo que hacías, lo hiciste a propósito y obligaste a que el resto de tus hijos tomara conciencia, gracias "güeli", por el tiempo que compartiste con nosotros, nos regalaste tus mejores años y muchos recuerdos, no pediste nada a cambio mas que formar parte de nuestra familia, la familia de La Ligua, de la cual soy el primer eslabón del último trozo de la cadena, aquel que hizo que lloraras, porque era la hija de la niña Judith, ahora tú me haces llorar porque ya no te tengo a mi lado, los hijos que yo tenga en el futuro no te conocerán sino a través de mi, de mis recuerdos, de las fotos que nos tomamos, de los momentos que vivimos, y cuando llegue el tiempo de contarles a mis nietos las historias que alguna vez me contaste cuando era pequeña, sabrán que los mejores años de mi vida, los pasé en tu casa de La Cruz, cuando sacábamos moras, cuando hacías mermeladas, cuando jugabamos en la acequia y mi abuelito nos llevaba a pasear bajo los paltos, los inmensos paltos recuerdos de mi infancia.
Te veo del otro lado abueli, y cuando lo haga espero haber dejado una huella tan honda como la que tú dejaste.
Un beso, tu bisnieta
Jqro
Publicado en conjunto con http://jqro.wordpress.com